Los Iracundos

[4]​[5]​ La banda tuvo un crecimiento exponencial durante la década de 1960 que los consagraría internacionalmente, con numerosos discos editados, participaciones en películas y giras por América, Europa y Estados Unidos, incluyendo una presentación en el Madison Square Garden de Nueva York.[2]​ El grupo reafirmó su popularidad en los años 1970 y 1980, editando varios discos de oro.[7]​[6]​ Tras el fallecimiento de Franco en 1989, el resto del grupo —ya sin Hugo Burgueño, que dejó la banda—[8]​ continuó en actividad y editó sus últimos discos oficiales durante los años 1990, grabando composiciones inéditas del cantante.[8]​[10]​[12]​ Velázquez falleció en 2022, dejando a su hijo Sebastián como líder del grupo, que continúa realizando giras por América.[1]​ Ese año lanzaron su primer disco, un sencillo con las canciones «Retén la noche» y «Vamos a bailar el Madison» en su lado A y lado B, respectivamente, editado por el sello uruguayo Clave.[2]​[13]​ Ya desde su etapa inicial como Los Blue Kings, Los Iracundos tuvieron una gran influencia en los jóvenes músicos argentinos al otro lado del río Uruguay.[5]​ Allí, el grupo fue descubierto por los representantes del sello RCA Victor en Argentina, quienes les ofrecieron firmar un contrato.[18]​[19]​ Ese año, fueron teloneros de la joven estrella italiana Rita Pavone en sus presentaciones en Argentina,[18]​ tras haber sido seleccionados por su acompañador Stelvio Cipriani.[24]​ Durante su paso por Italia grabaron el LP Los Iracundos en Roma, uno de sus álbumes más recordados.[26]​ Entrevistado al respecto por Cine Radio Actualidad TV, Jean Jeannot —ejecutivo de RCA Victor en Montevideo—declaró: «Confieso que estoy maravillado.[2]​ Durante la década, editaron en promedio un disco por año «y en algunos casos dos», entre ellos Tango joven (en el que interpretaron clásicos del tango), un álbum infantil, y seis trabajos instrumentales; en total, editaron 12 discos en la década.[2]​ En 1982 alcanzaron gran éxito con el disco Cuarenta grados, cuyo tema homónimo fue grabado en portugués por varios grupos de la época, inspirando a la banda a grabar algunas canciones en ese idioma para desarrollarse en el mercado brasileño.[2]​ Embarcándose en extensas giras por América Latina, en 1985 participaron en el festival de la canción celebrado en Calama, Chile.[2]​ Al concluir la década de los ochenta, la banda había editado ocho nuevos discos.[2]​ Dos años después, Juan «Bosco» Zabalo falleció en Entre Ríos debido a problemas cardíacos.[2]​ En 1997, la disquera BMG Argentina lanzó en formato digital todas las producciones musicales del grupo en las que participó Eduardo Franco.[31]​ El músico se encontraba distanciado de sus antiguos compañeros, presuntamente porque hacía usufructo del nombre Los Iracundos en un proyecto musical personal.Lógicamente tenemos muchas demandas sobre actuaciones de esos grupos, instituciones, pero como la justicia es tan lenta no podemos erradicarlos totalmente».[8]​ En 2007 se separaron Leonardo Franco y Velázquez, los dos integrantes de la formación original que seguían juntos.[8]​ Franco se unió a Los Iracundos de Febro, desencadenando una pelea intensa entre ambos grupos por el derecho al nombre en algunos países.Yo no tengo rencor con nadie, pero bajo el puente ha corrido mucha agua... ¡Nos criamos juntos, éramos una familia!».[32]​ El músico se encontraba en Ecuador, país donde Los Iracundos son muy populares, mientras preparaba una gira.[10]​ Debido a la amplia trayectoria y popularidad del grupo, se les ha apodado en varias ocasiones «los Beatles latinos».
Los Iracundos en la portada de su primer álbum de estudio Stop (1964).
El grupo en la portada del álbum El sonido de Los Iracundos (1966).
El baterista Juan Carlos Velázquez desempeñó un rol fundamental en la continuidad de la banda y fue el último miembro original de Los Iracundos en tocar bajo ese nombre. [ 10 ] [ 12 ]