El álbum presentó un nuevo sonido de la banda, caracterizado por bases electrónicas y guitarras ruidosas.
A mediados de 1999, Los Chicles sufren un cambio de integrantes importante, se va el baterista Juan Carlos Thouvier, y lo reemplaza Martin Villa, quien ya venía colaborando con samples y sintetizadores.
Durante una convivencia de un fin de semana, destinada a afianzar la nueva dirección musical, surgen muchos temas nuevos (incluso se graba demos de "Billy" y "Azúcar y sal"), la nueva formación resulta ser un éxito, y la banda resulta estar en su mejor forma.
Las bases de parte de las canciones estaban construidas con sampleos, pero la mayor parte se había programado un Roland MC-303 prestado, y justo cuando comenzaba la grabación hubo que devolverlo.
En julio comenzaron a sonar las canciones por la radio, y el 5 de agosto se vendieron las primeras copias.