Su vínculo con el arte textil mapuche comienza a temprana edad, profundizando en el aprendizaje de la técnica doble faz con la artista Lorena Lemunguier,[1] un lazo que se fortalece por la relación de amistad entre sus familias.
Sus viajes le permitieron estudiar la expresión del arte textil en Latinoamérica y en el mundo.
La artista ha señalado que sus pewma, sueños, han sido fundamentales para guiar su camino en el arte textil.
Para Loreto Millalén, su arte se fundamenta «en la necesidad de transmitir los conocimientos que he adquirido y descifrado para colaborar en nuestra comunidad, con nuestra resistencia pues nuestro arte textil es la belleza que emana de nuestra espiritualidad, es un territorio mas, un lenguaje que recuperamos, defendemos, protegemos, debe ser descifrado con un gran sentimiento y respeto, lejos de la discriminación, la ignorancia, los prejuicios, hay que permitirse heredar una vida en plenitud».
Su actividad como facilitadora del conocimiento textil y colórico se ha desarrollado en diversos lugares del país, tal es el caso de su residencia artística en la ciudad de Puerto Natales llevada a cabo en 2012.