[3] Un año después, en 1926, en la segunda edición de esta copa, el jurado, en una elección polémica, escogió como ganador a Manuel Centeno, que había cantado unas magníficas saetas.
Las bases del concurso establecían que se valoraría la actuación pública y el historial flamenco de los participantes.
[8] El jurado otorgó el galardón por unanimidad a Antonio Mairena, "tanto por la pureza de su cante como por su historial artístico".
Esta petición estuvo apoyada por destacados artistas flamencos como la bailaora Sara Baras, Moraíto, Rancapino, Juan Villar, Manuel Moneo, Manuel Morao, Pansequito, Fernando de la Morena, Paco Cepero, Manuela Carrasco, Mariana Cornejo, Diego Carrasco, Niña Pastori o El Torta, que se reunieron en la Venta de Vargas de San Fernando para la ocasión.
[13] El otorgamiento no estuvo exento de polémica, motivada por conceder el galardón a un artista ya fallecido.