Llamada en frío (calco del inglés cold calling) es un proceso de mercadotecnia cuyo fin es el de captar potenciales clientes o consumidores de un determinado producto, sin que estas personas estén esperando previamente esa interacción; es por esto último, por lo que se conoce como llamada en frío, ya que la persona ni está esperando ni ha solicitado específicamente el contacto con el vendedor.
La llamada en frío es típicamente el inicio del proceso de ventas conocido como telemercadotecnia, mercadeo a la distancia o venta a distancia.
En el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la normativa de 2003 sobre privacidad y comunicaciones electrónicas hace ilegal transmitir un mensaje automático grabado con un propósito de promoción de ventas o mercadotecnia sin el consentimiento previo del suscriptor a un servicio.
En 2012, Richard Herman facturó a una compañía de servicios el tiempo que había estado atendiéndoles en una serie de llamadas en frío.
En Argentina la Ley Nº 25.326[1] establece los principios generales relativos a la protección de datos personales, y a razón de la misma se creó el Registro No Llame,[2] donde cualquier persona física puede registrar sus números telefónicos para que no puedan ser utilizados con fines publicitarios, con la excepción de aquellos casos en los que el usuario haya contratado algún servicio con la empresa que publicita, y solo limitado a lo relacionado con el mismo.