Protagonizada por Bruce Willis, Timothy Olyphant y Justin Long en los papeles principales, es la cuarta entrega de la saga Die Hard.
McClane y Farrell son conducidos a la sede del FBI, pero Mai se hace pasar por un despachador y redirige el convoy hacia el camino de un helicóptero de asalto.
Farrell adivina que su próximo objetivo es probablemente la red eléctrica, y los dos se dirigen a una estación de distribución en West Virginia.
Allí, encuentran a un equipo liderado por Mai que se ha hecho cargo de la estación.
Al ejecutar varios generadores para mantener sus sistemas informáticos en línea, Hechicero identifica el fragmento de código que Farrell escribió como medio para acceder a los datos en un edificio principal de Administración del Seguro Social en Woodlawn, Maryland.
Después, McClane intenta desalentar los sentimientos románticos que se desarrollaron entre Farrell y Lucy.
[2] Usando el artículo de John Carlin para la revista Wired titulado A Farewell to Arms, Marconi elaboró un guion sobre un ataque ciberterrorista en Estados Unidos.
La IGN más tarde informó que la película iba a ser llamada Die Hard: Reset.
[7][8] El título está basado en el lema del estado de Nuevo Hampshire, «Live Free or Die» («Libertad o Muerte»), que se atribuye a una cita del General John Stark.
Los tráileres internacionales usan el título Die Hard 4.0,[9] como fue estrenada la película fuera de América del Norte.
Al principio de los comentarios del DVD de la película, tanto Wiseman como Willis hacen notar una preferencia por Die Hard 4.0, y se burlan sutilmente del título Live Free or Die Hard.
[12] Compañías como Digital Dimension, The Orphanage, R!ot, Pixel Magic, y Amalgamated Pixels ayudaron en los efectos visuales de la película.
[12] Digital Dimension trabajó en doscientas tomas con efectos visuales en la película,[13] incluyendo la secuencia que muestra a los personajes John McClane y Matt Farrel agacharse entre dos autos mientras un tercer auto cae en la parte superior de los otros dos.
Rippenkroeger sufrió quebraduras de huesos en su cara, varias costillas rotas, un pulmón perforado y fracturas en ambas muñecas.
Willis personalmente pagó las facturas del hotel para los padres de Rippenkroeger y lo visitó varias veces en el hospital.
Un día entero filmando la escena del Warlock se perdió debido a las reescrituras solicitadas por Willis.
En Estados Unidos, las primeras tres película de la serie Die Hard fueron clasificadas R por la MPAA.
Live Free or Die Hard, sin embargo, fue editada para obtener una clasificación de PG-13.
Casi parece un paso valiente darle una clasificación R a una película hoy en día.
[25] La versión no clasificada fue estrenada en DVD como la «Ultimate Action Edition» con la información al consumidor «contiene lenguaje fuerte y violencia».
[31][32] Una crítica en IGN dijo que «como la reciente Rocky Balboa, esta nueva Die Hard funciona como su propia historia demasiado viejo pero aún un imprescindible héroe, y también como un viaje nostálgico para aquellos que crecieron con las película originales».
[34] Michael Medved le dio a la película tres estrellas y media de cuatro, opinando que «un astuto guion y espectaculares efectos especiales la hace a ésta la mejor Die Hard de todas ellas».
[35] Entre las más desfavorables reseñas, Lawrence Toppman de The Charlotte Observer dijo: «Puedo decir con seguridad que nunca había visto algo tan ridículo como Live Free or Die Hard».
Toppman también escribió que la película carecía de villanos memorables y se refirió a John McClane como «sólo un Terminator calvo con mejores frases cómicas».
Esta fue la primera película en no ser musicalizada por Michael Kamen, debido a su muerte en 2003.