Los primeros escritos en lenguas mordovas datan del siglo XVIII, realizadas en alfabeto latino.
Dorofeyev (1890-1952), con Pizhe Paksia (El campo terrestre, 1925) y Vapda yen (Camino luminoso, 1925), e Ia.P.
Grigoshin (1888-1938) fundaron la literatura mordova moderna, aprovechando que en el siglo XVIII se había creado un sistema de escritura parecido al ruso.
A Saratov fundó un Centro de Estudios Mordovios y durante los años 30 aumentó la producción literaria.
Después de la guerra, destacarían en literatura Kuzma Abramov (1914) con la trilogía Naiman (1961-1966) y Humo sobre la tierra (1962); Ivan Antonov (1919-1960) con En una familia unida (1954); I.M.