Normalmente se usan funciones criptográficas de hash para protegerse contra cambios intencionados.
Otras veces no hay que protegerse frente a cambios intencionados y se usan sumas de verificación.
Son mejores que un simple valor hash de la cadena entera porque permiten detectar el bloque que ha sido dañado y así centrarse en recuperar la información válida de ese bloque.
A este valor se le llama hash raíz.
Los árboles de hash son estructuras de datos más flexibles que las listas hash que pueden proporcionar estructuras más adaptadas a las necesidades de un problema concreto.