Bajo el mando de Frank Wild se hicieron varios intentos por romper el hielo de los mares antárticos para poder avanzar hacia el sur y al este, pero el barco no fue capaz de llegar más allá de los 20°E.
Se vieron obligados a ir a Ciudad del Cabo para reacondicionar y reparar el barco para una segunda temporada de exploración, pero se les ordenó volver a casa.
La tripulación del Quest estaba compuesta por 24 personas en total, pero solo 19 iban a bordo cuando el barco se encaminó a la Antártida.
Hussey acompañó al cuerpo de Shackleton cuando este fue llevado en un barco a Inglaterra, y Eriksen, Mooney y Bee-Mason abandonaron la expedición en Georgia del Sur.
Gerald Lysaght, un navegante, les acompañó desde Plymouth a Madeira.