Una manera popular e intuitiva para distinguir entre montañas y picos subsidiarios es considerar la altura por encima del collado más alto que la conecta a una cima superior.
A esta medida se le llama prominencia topográfica o re ascenso, y al pico más alto,“montaña padre”.
Es muy improbable que todas las alturas en la tabla sean correctas, con precisión de metros.
El ejemplo más extremo es el monte Ulugh Muztagh, en el norte de la meseta tibetana, que puede encontrase citado con alturas entre 7723 y 7754 m s. n. m., pero que en realidad cuenta sólo con 6973-6987 m s. n. m. de altura.
Muchas montañas del Karakórum difieren en más de 100 metros en mapas distintos.
Por último, el monte Everest, que se ha medido concienzudamente, cuenta con mediciones en el rango comprendido entre los 8844 y los 8850 m s. n. m. Aunque algunas zonas del mundo, especialmente las más montañosas, no han sido nunca cartografiadas en detalle, es improbable que montañas de esta altura hayan sido descuidadas, entre otras cosas porque se han utilizado mediciones por satélite para cartografiar estas zonas inaccesibles.
Hay que considerar que el nivel del mar no es uniforme: cambia cada día, cada mes, en cada estación, según las posiciones relativas de la Luna y el Sol, su confluencia o disonancia gravitatoria.