Es importante tener en cuenta que las distancias a las estrellas mencionadas abajo en la mayoría de los casos no se conocen con exactitud, y además diferentes modelos dan diferentes luminosidades —por ejemplo, algunas estimaciones de brillo de Cyg OB2-12 la hacen casi seis veces menos brillante—.
Para terminar de complicar la situación, algunas de las estrellas de abajo —cómo Eta Carinae— están rodeadas por nebulosidades ricas en polvo que absorbe su luz y hace más difícil su estudio y/o pueden ser estrellas dobles.