La ley fue revisada y actualizada en forma continua, a veces por los gobernantes pero por lo general por juristas, por lo que no es correcto asumir que por ejemplo ciertas regulaciones de un manuscrito del siglo XIII de la ley sean evidencia del sistema legal utilizado durante el siglo X.
Esto era un tema de conflicto con la iglesia, ya que bajo la ley canónica los hijos ilegítimos no podían heredar.
Cuando un caso era traído ante la corte, el método que se utilizaba para tomar una decisión era por lo general el de compurgación.
Por lo general el homicidio era penalizado mediante el pago de una compensación a la familia de la víctima, mientras que el robo podía ser penado con la muerte si era robo con muerte y el ladrón era apresado con los bienes en su haber; el valor de los bienes robados debía ser superior a cuatro peniques.
La ley galesa continuó siendo aplicada en casos civiles hasta que Gales fue anexado a Inglaterra en el siglo XVI.