Esta ley busca permitir al máximo el restablecimiento de la biodiversidad para la posteridad.
Es la primera vez a nivel mundial que un país adopta este tipo de legislación para la protección y la defensa de la naturaleza.
La ley excluye específicamente los virus y a los agentes biológicos patógenos.
La asociación Lawyers for Forests (LFF) publica un estudio sobre esta Ley en el 2002 [1], donde expresa diferentes reservas sobre la falta de recursos para reforzar y aplicar esta legislación.
También sobre la falta de transparencia de parte del gobierno con respecto a la contabilidad y además señala que dicha Ley puede ser inaplicable.