Ley Regulatoria del Ferrocarril de 1844

En cualquier caso, el precio no podía considerarse barato para la mayoría de los trabajadores.

Un requisito adicional era que se les debería permitir llevar 56 lb (25,4 kg) de equipaje gratis.

En su momento, esta disposición causó un escándalo ahora difícil de imaginar.

[5]​ Sir James Allport, director general del Ferrocarril de Midland, dijo en un discurso: Otros ferrocarriles siguieron el ejemplo del Midland, y debido a que estaban obligados a proporcionar tercera clase, se produjo la paradoja de que los trenes pasaron a tener primera y tercera clase, pero no segunda, excepto en los trenes cuyo destino era enlazar con barcos.

Esta situación persistió hasta el siglo XX, cuando la tercera clase pasó a llamarse segunda clase en 1956, y más adelante sería rebautizada como 'estándar' para eliminar las connotaciones negativas del nombre.