Ley General de Sanidad
En su Título III define a las prestaciones públicas y sus estructuras como un Sistema Nacional de Salud, con una organización de sus servicios establecida por las distintas comunidades autónomas.Se redactó durante la primera legislatura de gobierno socialista presidido por Felipe González y con Ernest Lluch como ministro de Sanidad.La Ley General de Sanidad estableció un cambio de gran trascendencia en el modelo político de asistencia sanitaria, que pasó de un sistema de Seguridad social financiado con las cuotas de trabajadores y empresarios a un Sistema Nacional de Salud en el que se integraban todas las otras redes existentes y que pasó a financiarse a través de los presupuestos Generales del Estado de forma progresiva.Se estableció igualmente la universalidad de la asistencia sanitaria para todos los españoles.[1] Como consecuencia de esta nueva concepción se pasó de un 77% de la población cubierta por la Seguridad Social en 1975 a un 95,5% cubierta por el sistema nacional de salud en 1995.