Leopardus narinensis

[1]​ La piel fue recolectada por primera vez en 1989 y posteriormente donada a un instituto nacional colombiano, que luego transfirió sus colecciones biológicas al Instituto von Humboldt, donde permaneció clasificada como piel de Leopardus pardalis hasta 2001, cuando Manual Ruiz-García se fijó en ella mientras buscaba ejemplares de jaguar y puma.

Lo reconoció como una especie diferente, y cuando otras autoridades en gatos sudamericanos no pudieron identificarlo, pasó las siguientes dos décadas investigando la piel.

En esas pruebas genéticas, se recuperó consistentemente como un taxón hermano del clado de gatos kodkod-Geoffroy.

Las rosetas son negras pero con una coloración roja aún más intensa en el interior.

La parte superior de la cabeza y la cresta dorsal son más oscuras.