Cuando regresa a la noche, la policía ingresa al departamento encontrándola a ella junto al cadáver de Nahuel, su novio, con el cuerpo del amante de éste, Ramiro (Rodrigo Santoro) quien es revivido por los paramédicos.
Durante su estadía en la cárcel, Julia reside en un pabellón especial en donde se encuentra con otras mujeres condenadas también embarazadas, o ya con sus hijos paridos, nacidos en el penal.
Finalmente pasados los 9 meses, Julia da a luz a un varón, al que llama Tomás (interpretado mayormente por Tomás Plotinsky), que la acompañaría hasta los 4 años en el penal hasta definir su situación.
Tras una larga audiencia, Julia recupera a Tomás, incluso se beneficia con salidas transitorias para que pueda reinsertarse en la sociedad.
Como prueba de la buena repercusión obtenida en Cannes, cabe señalar algunos artículos publicados en diferentes medios internacionales.