Esta alteración puede ser congénita, aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida y exacerbarse con la edad.
[1] Las lesiones generalmente son asintomáticas, aunque puede suceder que se inflame la lengua y se sienta dolor cuando las fisuras son profundas.
No se requiere ningún tratamiento con medicamentos, lo único recomendable, y en especial para los casos de fisuras profundas, es realizar un cepillado o limpieza de lengua profunda para eliminar los restos acumulados en su interior.
El tratamiento consiste en evitar complicaciones, entre ellas las infecciones (hongos por lo general) y halitosis, además de llevar una dieta libre de irritantes, una correcta higiene de la cavidad bucal, y evitar bebidas alcohólicas y tabaco.
Solo en casos de dolor agudo en la lengua al ingerir alimentos, puede indicarse algún anestésico tópico sobre la superficie lingual, como la lidocaína y benzocaína o infiltraciones de esteroides intralesional.