Leda y el cisne (Tintoretto)

Las dudas sobre la autoría se resolvieron con la restauración y limpieza de 1988 (retocada en 1994), que descubrió sus notables calidades pictóricas.

La escena está ambientada en un interior acomodado de la época donde Leda, desnuda y semirreclinada, sujeta el cisne que procede de la derecha, mirando a la criada, que está al pie del lecho a la izquierda, trayendo una jaula de madera que ya guarda un pato.

Muchos estudiosos modernos creen que muchas de las venus y protagonistas mitológicas en la pintura renacentista veneciana eran en realidad retratos de famosas cortesanas venecianas, reconocibles para el público de la época, lo que explicaría su desarrollo en alcobas, salones o jardines contemporáneos.

Esta línea fuerte que va desde la parte inferior izquierda a la parte superior derecha se opone a la línea de fuerza de la sirvienta, en dirección opuesta, generando un refinado esquema en "V", extremadamente dinámico.

La pincelada es particularmente suelta, iluminada por destellos sabiamente expuestos en las partes más oscuras y opacas, y sin el recurso de líneas de contorno nítidas: las figuras parecen fundirse dulcemente con el fondo, compartiendo algún reflejo luminoso.