El león, fundido durante la Dinastía Zhou Tardía en el año 953, es la obra de arte de hierro fundido más grande conocida y la más antigua que se conserva en China.
En el siguiente paso, se quita material de la superficie del modelo de arcilla interior para dejar espacio para verter el hierro entre el molde exterior e interior.
Por lo tanto, las "costuras" visibles en el molde no representan límites entre piezas de hierro separadas, sino impresiones de las costuras entre las piezas del molde exterior.
Estas líneas de unión fueron unidas por los artesanos que realizaron el vaciado con piezas de hierro forjado que se introdujeron parcialmemte en la superficie solidificada del hierro del vertido anterior y que luego se cubrieron en el siguiente vertido.
En 1886, fue sostenido con piedras y ladrillos por orden de un magistrado local.