Los padres de Sazié querían que su hijo siguiera la carrera eclesiástica, pero Lorenzo siempre tuvo inclinación por los estudios de las ciencias naturales.
En el discurso inaugural pronunciado en 1835 para el primer curso de Obstetricia que dictó, expresó con gran claridad la mística que envuelve la profesión de matrona, destacando los valores éticos y morales que debe poseer quien se dedique a esta actividad.
En 1838 comenzó a trabajar regularmente en el Hospital San Juan de Dios junto con Cox, Blest, Buston y Miquel.
Con Andrés Bello como rector y Lorenzo Sazié como decano se desarrolló la medicina nacional y se formaron los médicos que impulsarían auge de la asistencia médica en el país hasta la revolución en 1891.
El gobierno le otorgó la nacionalidad chilena en 1855 como tributo a su destacada participación en la docencia, en el estado de salubridad de Chile y en los avances en obstetricia y cirugía.