A continuación, hizo dibujos detallados de la nave alienígena.
Decidió que la tecnología de los constructores debía haber sido algo más alta que la que tenía la humanidad en el presente, y añadió que casi nunca se había sentido tan deleitado, satisfecho y fascinado por estar equivocado.
Blumrich analiza seis diferentes traducciones de la Biblia,[9] junto con su experiencia en ingeniería, y presenta una versión posible de las visiones de Ezequiel de cómo Dios - descrito como montado en un vehículo elaborado, capaz de ver, asistido por ángeles- supuestamente le mostró el futuro y le dio varios mensajes para entregar.
En los apéndices del libro, presenta las especificaciones técnicas de la nave espacial hipotética.
Blumrich también publicó un artículo sobre su creencia, "Las naves espaciales del profeta Ezequiel", en la revista de la UNESCO Impacto: ciencia y sociedad.