La historia sigue a Jerónimo, una persona solitaria, detallista y meticulosa.
Para obtener ingresos económicos, al tener una casa familiar muy grande, alquila habitaciones a extranjeros, en Santiago, capital de Chile.
Ella realiza trabajos sociales para una organización no gubernamental.
El director, Fernando Lavanderos, hablando sobre su película, hace referencia a que en el film se aprecia un encuentro forzado entre los personajes, que a su vez están situados en una ciudad que de a poco se va a arreglando después de una crisis.
La película muestra claramente los prejuicios de los personajes, haciendo que el espectador se sienta reflejado.