Las Pilas fue un lugar de culto al agua como se observa en la red de canales que forman dos estructuras piramidales.
Los diferentes manantiales que rodean el sitio fueron indudablemente el elemento más importante para el establecimiento y el desarrollo de la población.
El agua era encauzada hacia grandes depósitos, siendo almacenada para ser utilizada en los campos de cultivo que se encontraban muy alejados de los manantiales.
Esto permitió incrementar la producción agrícola, posibilitando el comercio con sus excedentes.
Los canales también fueron usados como tumbas, posiblemente para entierros de personajes de alto rango, ya que las ofrendas que los acompañaban eran sumamente valiosas, fabricadas de jade, concha nácar, hueso o barro del más puro estilo teotihuacano.