La fábrica empleó principalmente a mujeres, conocidas como las cigarreras, y experimentó varias etapas a lo largo de su historia.
[2] En 1844, un gran incendio destruyó parte de la fábrica, pero pudo recuperarse y expandir su producción en los años posteriores.
A finales del siglo XIX, los trabajadores protestaron contra la introducción de nuevas máquinas y en 1930 se creó el sindicato La Feminista para defender los derechos laborales de las trabajadoras.
En 2002, la fábrica cerró sus puertas en San Antón y en 2009 dejó de funcionar por completo.
El edificio fue rehabilitado en 2010 y se convirtió en el actual centro cultural de Las Cigarreras.