Larga cambiada

El toreo de capote tiene en la larga cambiada uno de sus recursos más antiguos y, al mismo tiempo, más usados en la actualidad.Si bien la explicación de su ejecución es bastante sencilla, las distintas variables a las que es sometida esta suerte la dotan de mayor o menor dificultad y espectacularidad.[3]​ Si bien, desde tiempos anteriores este lance ha servido para recoger las primeras embestidas de los toros, usualmente de pie, también ha sido usado para rematar las series y dejar al toro en la jurisdicción del caballo de picar.[4]​ Pero, actualmente, es frecuente su uso para llamar la atención del público y evidenciar la entrega del torero, por lo que suele realizarse de rodillas y a porta gayola, algunas veces hilando hasta dos y más largas cambiadas consecutivas como alarde de valor, pues no son pocos los toreros que han resultado heridos realizando el lance.No se reconoce a ninguno de sus más primigenios ejecutores como inventor del lance, pues las largas, suertes en las que el capote se maneja con una única mano, se usan desde los propios comienzos del toreo a pie, aunque su más pura concepción era la “larga natural”, embarcando la embestida de toro por el mismo pitón de la mano con la que se sujeta el capote.