El ROKS-2 y el ROKS-3 eran lanzallamas portátiles soviéticos empleados en la Segunda Guerra Mundial.
El propósito de esto era evitar que el operador pase a ser el principal objetivo del enemigo.
[1] La mezcla incendiaria era encendida mediante el disparo de cartuchos 7,62 x 25 Tokarev modificados.
Los lanzallamas soviéticos capturados fueron empleados por las fuerzas finlandesas durante la Guerra de Continuación.
[2] La Unión Soviética suministró algunos lanzallamas ROKS-3 a Corea del Norte.