Se encuentra enmarcada por laderas cuyas pendientes varían entre los 32 y 38 grados.
[2] La fauna es muy escasa debido a que la laguna tiene constante presencia de visitantes, sin embargo, se pueden encontrar zorros, ratones.
[3] La laguna fue una de las más sagradas para los Muiscas, puesto que allí se realizaba el ritual de investidura del nuevo Zipa; según cuenta la leyenda, este iba en una balsa de juncos ricamente adornada; tenía el cuerpo cubierto íntegramente con oro en polvo; a sus pies ponían una grande cantidad de oro y esmeraldas para que ofreciera a los dioses y braseros encendidos para quemar una especie de sahumerio llamado moque; el nuevo dignatario iba acompañado por cuatro caciques y cuando la balsa llegaba al centro de la laguna, el pueblo que se encontraba en las orillas arrojaba objetos de oro y piedras preciosas al agua.
Hubo varios intentos de drenar la laguna para hallar sus tesoros ocultos.
Los turistas realizan una caminata ecoturística guiada de dos kilómetros hasta llegar a la ladera que enmarca la laguna.