Por eso, para algunas mujeres, las tomas dejan de ser agradables, pues notan muchas molestias cuando el niño se coge al pecho, lo que, en ciertos momentos, puede forzar (o acelerar) un destete o provocar una reducción considerable en el número de tomas que hace el hermano mayor.
Efecto sobre el recién nacido El hermano mayor no “roba” la leche al pequeño.
También es habitual que en el hermano menor no se observen las conocidas crisis de crecimiento.
En todo caso, las madres acaban poniendo límites al mayor porque emocionalmente les suele ser difícil tolerar tanta exigencia.
Seguir dando el pecho durante el embarazo supone muy poco coste energético al disminuir de manera importante la producción.
En cualquier caso, la madre está produciendo ya calostro y en grandes cantidades en el momento del parto.
Cuando una embarazada tiene amenaza de parto prematuro, se le recomienda reposo absoluto, no puede trabajar, ni salir a la calle ni mantener relaciones sexuales, y también por prudencia se le recomienda, si es el caso, suspender la lactancia materna.
Si un embarazo discurre normalmente y la madre puede trabajar, caminar o mantener relaciones sexuales, también puede, si lo desea, seguir amamantando.
Cuando se pregunta a las madres sus razones para seguir con lactancia materna en tándem las respuestas más frecuentes son: