Un laboratorio ciudadano es un concepto que ha cobrado relevancia en el siglo XXI como una forma innovadora de involucrar a la comunidad en la mejora de la vida en común.
Estos espacios proporcionan un entorno colaborativo y participativo en el que las personas pueden proponer, desarrollar y llevar a cabo proyectos destinados a resolver problemas o mejorar aspectos de su entorno local.
A menudo, los participantes en un laboratorio ciudadano son individuos que no se conocen previamente pero que comparten un interés común en crear un impacto positivo en su comunidad.
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