Un laberinto es un pasatiempo gráfico consistente en trazar una línea desde un punto de origen situado en el exterior de un laberinto a uno de destino situado generalmente en el centro o bien en el lado opuesto.
La dificultad consiste en encontrar un camino directo hasta el lugar deseado.
[1] El laberinto, por su propia configuración, contiene diferentes vías sin salida (de mayor o menor longitud) y solo un recorrido correcto.
[2] Puede adoptar diferentes formas: cuadrado, ovalado, redondo, cuadrangular, etc.[3] Al ir destinado mayoritariamente a niños, a veces, se propone como una prueba en la que, por ejemplo, un ratón debe alcanzar su queso, representándose el primero en exterior y el queso en el centro del laberinto.
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