Surge inesperadamente entre ellos una amistad rodeada de poesía.
El Dragón Regaliz está perdidamente enamorado de la Princesa Peladilla, y no ocurriéndosele nada mejor, la rapta.
Pero ésta, durante su cautiverio, ha descubierto la pureza de sentimientos del enamorado dragón y empieza a corresponderle.
Con engaños, Pelón vence al dragón y gana la mano de Peladilla.
Pero, ¡ah!, no señores, no… La linda princesa ya no cambiará por nada del mundo a su tierno dragón enamorado por ese caballero enano y bastante idiota.