La transición de Juan Romero

La historia involucra una mina que descubre un abismo muy profundo, demasiado profundo como para que cualquier cable de sondeo llegue al fondo.

La noche después del descubrimiento del abismo, el narrador y uno de los trabajadores, un mexicano llamado Juan Romero, se aventuran dentro de la mina, atraídos contra su voluntad por un misterioso latido rítmico en el suelo.

Romero llega primero al abismo y se lo traga.

El narrador mira por encima del borde, ve algo, "pero Dios, ¡no me atrevo a decirte lo que vi!"

Otros mineros juran que ninguno de ellos salió de su cabaña esa noche.