Los protagonistas fueron Jozef Kroner como Tono (Tony) Brtko e Ida Kamińska como la viuda Rozalie Lautmann.
La anciana mujer no es consciente de la situación política y Tono tiene demasiados escrúpulos para sacarla del engaño.
También recibió mención especial del jurado para Ida Kamisnka y Jozef Króner en el Festival de Cannes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Eslovaquia declara su independencia aunque es controlada por la Alemania Nazi (véase Estado Eslovaco).
Un pobre carpintero eslovaco llamado Tony (Tono) Brtko hace finalmente las paces con su cuñado, con el que había peleado tiempo atrás.
Además, la viuda Lautmann es muy vieja y no conoce la situación política de Eslovaquia, por lo que no está al tanto de la persecución desatada contra los judíos.
Y al darse cuenta de lo que ha hecho, se suicida.
El éxito es celebrado todavía tanto por checos como por eslovacos, y precisamente en la ciudad eslovaca de Sabinov se ha preparado todo un programa de celebraciones en recuerdo del premio.
En su plaza una estatua del premio Oscar, con un botón en lugar de una espada, conmemora este galardón que puso al municipio en el mapa.