Sus restos pueden verse cuando baja la marea, si se camina por la playa hacia el Oeste a la altura de Las Colonias.
Toda la tripulación, en su mayoría españoles, resultó ilesa y pudo rescatarse gran parte de fondear carga, que se remató.
Debido a la precaria situación en la que quedaron los tripulantes, fueron alojados en una fonda por el vicecónsul uruguayo en Bahía Blanca.
Al deterioro natural por el paso de los años se sumó la depredación que efectuaron los visitantes.
Es común ver turistas buscando estrellas de mar, caracoles y pequeños pulpos entre estos restos.