Fanis Iakovides, profesor de astronomía y astrofísica, recuerda su infancia en Estambul.
Fanis creció muy apegado a su abuelo, quien le ayudaba en sus tareas usando su imaginación.
Al principio Fanis tuvo dificultades para adaptarse a Grecia y trató de pasar casi todo el tiempo cocinando.
Sin embargo, esto preocupó mucho a su madre, quien temía que estuviera deprimido.
Fanis se hizo adulto, preservó su habilidad para cocinar y reveló sus secretos culinarios a quienes le pedían ayuda.