La ragazza con la valigia

Compadeciéndose de la chica, la lleva con su maleta a una pensión donde pasará la noche.

Un musculoso amigo suyo, Romolo, cree que puede aprovecharse de la infeliz muchacha y la emborracha.

En ese momento aparece Lorenzo, que la ha localizado, y la reclama.

Llevándolo a la playa, Aida le baña la cara maltratada y, solos en la oscuridad, por fin se dan su primer beso.

Al abrirlo cuando él se ha ido, encuentra un regalo de despedida en dinero.

Claudia Cardinale y Jacques Perrin en un fotograma de la película.