La Primera Comunión es una de las obras más tempranas del pintor cubista malagueño Pablo Picasso, realizada cuando tenía apenas 15 años de edad.
En este cuadro del pintor cubista malagueño se muestra a una niña vestida de blanco, arrodillada ante el altar, tomando la primera comunión.
[2] Durante su infancia, Picasso era un joven prodigioso, con un gran talento para la pintura.
Esto permitió que superara a sus compañeros y se enrolara en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, aunque no logró graduarse puesto que nunca asistía.
Unos años después, cuando se mudó a París, Picasso se alejó de su estilo realista para experimentar con los estilos artísticos más experimentales que predominaban en Francia.