La Llora (danza venezolana)

El cual ha sufrido muchas transformaciones tanto musicales como coreográficas a lo largo de su historia.

Además, cabe destacar que en el lugar se construye una especie de campamento, donde pernoctan los asistentes y en él se realizan cantos, relatos, danzas, entre otros.

Otra versión ofrecida por Simón H. López supone que este baile tiene su origen en la época colonial como “una burla de las clases consideradas inferiores a los grandes bailes ofrecidos por los mantuanos”.

El vestuario es sencilloː los hombres, camisa o franela blanca y pantalón blanco, pañuelo de vivos colores al cuello (normalmente es de color rojo), sombrero pelo de guama y alpargatas; en cambio, las mujeres, falda ancha floreada con una blusa blanca.

Las parejas valsean en el Joropo con la Zambainina (Sambainina) y el Aguacerito de Dios, los tres primeros bailes; mientras en La Vaca, el hombre simula torear a la mujer; en El Oso la pareja baila despacio e imitando a un oso; en La Chispa los bailadores se mueven como ebrios; en San Juan y La Magdalena el hombre imita los gestos del santo en éxtasis mientras la mujer le va siguiendo; y en El Palito las parejas, agarradas por la cintura, bailan dando vueltas mientras juegan a evitar que otro de los bailadores les haga zancadillas para hacerles caer, teniendo el baile una duración aproximada de 8 a 15 minutos.

Material informativo para imprimir con relación a la 'La llora' (hecho por Osdaher Montilla)