Los Katakuri son una familia de fracasados que alcanza ya cuatro generaciones: el patriarca Masao Katakuri (Kenji Sawada), su esposa Terue (Keiko Matsuzaka), su padre Jinpei (Tetsurō Tamba), su hijo ex criminal Masayuki (Shinji Takeda), su hija divorciada Shizue (Naomi Nishida), su hija Yurie (Tamaki Miyazaki, quien narra la película) y su perro, Pochi.
La familia utiliza la indemnización por despido del padre para comprar una gran casa antigua situada en un antiguo vertedero de basura cerca del Monte Fuji a la que han llamado "La posada de los amantes blancos".
Cuando uno finalmente aparece, se suicida durante la noche, y los Katakuri toman la decisión de salvar su negocio enterrando el cuerpo.
Los Katakuri pronto se ven arrastrados a una pesadilla de mentiras y miedo.
“ ‘’The Happiness of the Katakuris’’ ” es una película dirigida casi exclusivamente a los fans del culto, mientras que Miike demuestra, una vez más, la razón por la que es considerado uno de los cineastas vivos más singulares”.