La Virgen y el Niño en un nicho

En esta obra, Sandro Botticelli toma como modelo a Simonetta Cattaneo.

Porta un vestido rojo y la cubre una cala de color verde con detalles dorados.

El Niño porta sencillas vestiduras, pero destaca por sostener con su mano izquierda un ave, un jilguero que parece a punto de volar, referente iconográfico a la Pasión de Cristo.

Ambos portan sobre sus cabezas una aureola, solo que en la del niño se observa una cruz.

[2]​ Durante mucho tiempo se desligó a La Virgen dentro del repertorio de Sandro Botticelli, sin embargo en 2009, Luciano Bellosi sumó al corpus de obras a esta pintura, junto con un tondo en Denver.