La Tigra, Chaco

Algunos de los actores tenían formación en tanto otros, como Ana Allende, nunca en su vida pensaron que podrían llegar a serlo.Muchos diálogos se reescribieron con los ensayos y ese trabajo da sus frutos.Por ejemplo, Ezequiel fue a comer dos veces con Ana (La Tía Candelaria) a solas, de modo que al llegar el día de filmar la escena del almuerzo, se prendió la cámara y ya todo fluía.El intendente llamaba para ver cómo iban avanzando con el proyecto… En resumen, “hacer una película es muy complicado, pero si uno pone empeño y trabajo, las cosas salen y la película la terminás haciendo.”[1]​ Un día debían filmar una escena que los directores llamaban “el momento de soledad, de Tía Candelaria” y comenzaron a grabar a la actriz Ana Allende en un banco comiendo naranjas pero no funcionaba, no aparecía interés alguno.Mucho tiempo después Ana tuvo la oportunidad de viajar a presentar la película a la República Checa donde esa parte fue aplaudida por el público emocionado y al final de la función los checos se sacaban fotos con ella y le pedían autógrafos.Entre charlas con su tía, con las amigas de ella, una incipiente relación con su medio hermano y con la esposa de su padre, Esteban intentará acercarse a Vero pero no sólo el novio acecha casi siempre sino que tampoco ella sueña con dejar el lugar e irse a Buenos Aires.Los directores narran esta historia pequeña con una inocencia y encanto que tiene muchos puntos en común con la de los protagonistas.
Federico Godfrid, director.