La Pasión de Olesa de Montserrat

Sus orígenes se remontan a 1538, que es el año de la referencia documental más antigua encontrada hasta la fecha (ver apartado ‘Historia’).

Es evidente que en un espectáculo donde se representa la vida, la muerte y la resurrección de Cristo, las connotaciones religiosas están presentes.

Olesa de Montserrat, no obstante, con el paso del tiempo, ha ido alejando las representaciones a la tradición religiosa para acercarla más al espectáculo teatral.

La Pasión se representó, durante el siglo XVI, en el ámbito urbano y como ceremonia cívica.

Pero después de casi un siglo, la iglesia reconduce la representación dentro del templo, hecho que le permite una mayor vigilancia, audiencia y prestigio.

En la época moderna, si se mantienen estas representaciones, es gracias a la tenacidad popular, porque las instancias eclesiásticas buscaban reiteradamente la prohibición, como lo demuestra la disposición episcopal de 1813, que afortunadamente Olesa no tuvo en cuenta.

Cuando en el año 1917-18 cerró el Teatro Principal, algunos miembros de esta compañía se integraron a las representaciones que tenían lugar en el Círculo.

En 1968 se encargó a José Tamayo hacer una gran renovación de la escenografía y un nuevo montaje, con las más avanzadas técnicas del momento.

Se consiguió de esta manera reducirlo a una sola sesión matinal.

Todo el espectáculo, artística y técnicamente, es llevado a cabo por colaboradores que, con su esfuerzo altruista, se suman al espectáculo para ofrecer toda su creatividad y dar a los espectadores una buena calidad teatral.

El proyecto inicial, del arquitecto Joan Baca i Pericot, fue diseñado para construir el teatro a la misma ubicación que el anterior, destruido en un incendio en el año 1983, pero finalmente se modificó para adaptarlo a la actual ubicación: la Plaza del Aceite.

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Santa Cena en el Teatro Principal
Patio de butacas y escenario