Es una playa pequeña de arena en la que se permite perros.
La vía más próxima es la carretera N-634 y cuenta con una buena señalización.
El autobús que llega hasta a la playa no es urbano.
[2] En el invierno de 2013, las intensas lluvias causaron un argayo en la zona este de la playa que destruyó el único acceso a este pequeño arenal.
Además de esta, las otras cuatro playas que existen en Cantabria donde se admite la entrada con animales son: la Playa de Berria en Santoña, Brazomar, Cargadero de Mioño y Oriñón en Castro Urdiales.