[2] Éste es el elemento más singular de la fiesta, un personaje semigrotesco vestido con traje a rayas rojas y amarillas al estilo de los bufones.
Se lanza a la calle armado con un sable y un pequeño escudo redondo o corbetera, con la intención de perseguir a los muchachos mientras éstos le insultan intentando arrancarle los cascabeles de su vestido, que queda destrozado al acabar la fiesta.
El acto que se celebra el día 3, después de la misa y de la procesión que conduce al santo a su ermita es el acto más esperado por todos, donde la Máscara debe subir el cerro que hay tras la ermita de San Blas ayudado por un escudo, esta vez más grande que el del día anterior para cubrirse de los lanzamientos que los niños realizan desde lo alto del cerro tratando de evitar la subida.
En la actualidad se le lanzan manzanas guardadas para la ocasión, aunque hasta los años 90 del siglo XX se le lanzaban piedras.
Una vez que consigue coronar el cerro, la Máscara , en compañía de niños y mayores hacen un enorme corro y cantan la canción del puente de Alcolea terminando con ello la fiesta.