José Rizal intentó, no sin muchos problemas, crear una organización pacífica que consiguiese para Filipinas los mismos derechos que tenían el resto de españoles.
Al día siguiente, el Gobernador-General Eulogio Despujol ordenó que Rizal fuera deportado a Dapitan.
[4] Después de la detención de Rizal, la Liga Filipina quedó inactiva, aunque más adelante sería reorganizada por Domingo Franco y Andrés Bonifacio.
El primer grupo, Cuerpo de Compromisarios apoyó La Solidaridad en Madrid, España.
El segundo grupo, Katipunan, apoyó la revolución hasta casi obtener la independencia de España.