[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.
[3] La escultura, hecha en bronce, es obra de Sebastián MIranda, y está datada en 1955.
[1][2] Se trata de una copia moderna que se realizó póstumamente por parte del Ayuntamiento de Oviedo una vez pagados todos los derechos sobre esta y otras obras de Sebastián Miranda.
De hecho presenta a los pies una placa de bronce en la que se lee: Además, en la peana de bronce sobre la que se asienta la escultura, está la firma del autor: «S.
La obra se llevó a cabo en la fundición «Arte Seis» de Madrid.