La última canción (película de 2010)

Ahora, Steve tiene la oportunidad de reconectarse con su hija cuando su madre, Kim (Kelly Preston), la manda junto con su hermano menor, Jonah (Bobby Coleman), a pasar el verano con él.

A la mañana siguiente, después de que Ronnie pasara toda la noche cuidando el nido, Will llega como voluntario del acuario y cerca el nido para protegerlo.

Después de la primera cita en el acuario donde trabaja Will, Ronnie se encuentra con Ashley, exnovia de Will y le dice que él es así con todas la chicas, llevándolas al mismo sitio en las citas.

Will sin entender por qué ella está enojada, decide esperar afuera.

Ronnie lo lleva a donde está un piano que había visto minutos antes y le toca una pieza, volviendo a tocar después de tres años.

Llegando el día de la boda, Ronnie busca entre su ropa qué ponerse, pero no tiene ningún vestido.

Marcus hace una aparición y le reclama bruscamente a Blaze por haberle terminado.

Ronnie y Will se dan cuenta y este último le dice a Marcus que se retire, pero al faltarle el respeto a Ronnie, Will lo golpea.

Cuando llegan a la casa de Ronnie se dan cuenta de que las tortugas van a salir del caparazón, pero entonces Steve colapsa y se desmaya.

Steve decide regresar a su casa para pasar el tiempo que le resta con sus hijos y Ronnie decide pasar mucho más tiempo con su padre deseando recuperar el tiempo perdido.

Aunque Will no causó el incendio ni fue cómplice, sí permaneció en silencio para proteger la reputación de su amigo.

Una noche, Steve desea tocar una pieza que había compuesto durante el verano para su hija, pero ahora que el dolor se ha vuelto insoportable, ya no puede terminarla.

Ronnie le ayuda a terminarla y cuando termina de tocar el último acorde, se da cuenta de que su padre murió escuchándola.

En su funeral, Ronnie dice unas palabras y toca la pieza que su padre había compuesto para ella.

Unos días después, mientras Ronnie empaca sus cosas, se percata de que Will está en la playa mirando el mar y ella sale a su encuentro.

Con una población que no llega a los 4.000 habitantes, su encanto sencillo y atmósfera relajada hacen de la isla una localización perfecta para ambientar la historia.