Hay tres posiciones: semiautomátco, automático y doble acción.
Funcionaba muy bien como seguro, pues para conseguir disparar en esa posición, se necesitaría una presión del gatillo bien fuerte, lo que no sucede por accidente ni por fatiga del mecanismo.
Eso también asegura la imposibilidad de disparos accidentales cuando el "martillo" se suelta por algún problema técnico que el arma pudiera tener.
El fusil LAPA FA-03 tenía un cajón de mecanismos de plástico que protegía las piezas internas contra agentes externos (agua, arena, polvo, etc.) y disminuía considerablemente el peso total del arma.
Actualmente todavía sería empleado en Operaciones especiales de la policía.