En el voleibol, el líbero es un jugador dedicado a labores defensivas.
Puede entrar y salir continuamente del campo, sustituyendo normalmente al jugador central o a cualquier otro, que por rotación se encuentran en posición defensiva.
El objetivo de esta figura es que cubra el espacio de los atacantes, generalmente más altos y con peor rendimiento en recepción.
En términos generales, sólo puede actuar en posiciones defensivas (1, 6 y 5):[3] Cada equipo puede contar con un máximo de dos líberos en su plantilla y estos jugarán con un uniforme de diferente color al resto de sus compañeros.
Los reemplazos del líbero son ilimitados, pero debe haber una jugada completada entre dos cambios.